jueves, 16 de octubre de 2014

Un poco de surrealismo

"The Elephant Celebes", pintura de Marx Ernst (1891-1976)

Actualmente estoy leyendo una recopilación de cuentos breves del nipón Yasutaka Tsutsui (Osaka, Japón, 1934), editados por Ediciones Atalanta en 2008 y traducidos buenamente por Jesús Carlos Álvarez Crespo. Más que una recomendación, que la subiré en "Los versos de David", me gustaría tocar un poco el tema del surrealismo en la literatura. Dar mi opinión acerca de ello.

Dibujar el mundo de manera anormal, onírica. Vestir a la realidad con un discurso inconexo, plagado de simbología poco común (ajena a lo establecido) o con un escenario y/o situaciones fuera de lo normal. Y todo esto siempre armado con una fuerte crítica social, ceñida a la descripción exagerada de los estándares de cada sociedad y/o cultura. En el caso del libro citado, por poner un ejemplo, los cuentos son una sátira de la estricta moral y conducta del Japón tradicional, canalizada en imágenes violentas y gratuitas. El surrealismo ha ayudado a Tsutsui a explicar su punto de vista y considerar que los valores en los que ha sido educado son, quizá, demasiado duros y aplicados de manera férrea.

Habrá quien discrepe acerca sobre si es necesario o no una crítica tan desordenada, tan caótica y hasta cierto puto falta de razón; sin embargo, considero que el surrealismo es, primeramente, tan válido como cualquier otro estilo y que si el discurso tiene un trasfondo que se pueda justificar, merece la pena.

Quizá al surrealismo, con todo lo que conlleva, le venga como anillo al dedo este siglo XXI, repleto de nuevos retos y conquistas. Quizá nos haga falta soñar con un poco más de crítica.

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