sábado, 6 de junio de 2015

Pseudociencias

"Amazing Stories", revista norteamericana de ciencia-ficción. Portada de agosto de 1930.

No entiendo, de verdad, las críticas a las pseudociencias. Es un excelente material para la ciencia-ficción. Parad a pensarlo un segundo. Os mostraré // citaré unos cuántos ejemplos para que veáis con más claridad lo que quiero decir:

  • Reptilianos: Humanoides lagartos que han evolucionado de los dinosaurios. Como los seres humanos, esta especie está dotada de una sagaz inteligencia, es sabia y perspicaz. ¡Y más antigua que el ser humano! Tantos milenios poblando (en secreto) la Tierra les han convertido en seres con una inteligencia suprema capaz de dominarnos (también en secreto). No hace falta que vengan de fuera, como en Men In Black o en Space Invaders, convivimos con formas sublimemente inteligentes y sin saberlo.
  • Conexiones entre mayas // antiguos egipcios // civilizaciones mesopotámicas: ¿Acaso esta afirmación no es verosímil y verdadera? Estas civilizaciones construyeron pirámides. En siglos diferentes, sí, y en lugares demasiado distantes, pero seguro que hubo una conexión física-metafísica entre los libre-pensadores de cada uno de estos pueblos que demuestra que la sabiduría humana no tiene límites y que es solidaria.
  • Grandes construcciones hechas por aliens: ¿Cómo es posible que simios evolucionados hayamos podido construir las grandes pirámides de Egipto o ciudades como Machu Picchu con herramientas de cobre y trozos de madera? Por favor, nunca hemos estado preparados para semejante tarea. Ni antaño ni ahora. Ni previsiblemente en el futuro.
No deberíais estar en contra de las pseudociencias ni de sus estudios. De verdad. Son excelentes piezas literarias. De hecho, si los autores de tales postulados se diesen cuenta de su valor como escritores, acabarían abarcando a más lectores y, quizá, ganándose un poco mejor y algo más dignamente su vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario